APOCALIPSIS CAPÍTULO 8
EL CORDERO ABRE EL SÉPTIMO SELLO, EL ÁNGEL CON EL INCENSARIO DE LAS ORACIONES DE LOS SANTOS, SIETE ÁNGELES RECIBEN TROMPETAS, LOS PRIMEROS CUATRO TOCAN SUS TROMPETAS
Resumen de Algunas Interpretaciones y Conceptos Básicos
Apocalipsis 8 describe la apertura del séptimo sello, la intercesión del ángel con el incensario y las primeras cuatro trompetas, interpretadas por algunos como juicios históricos sobre el Imperio Romano o sobre la humanidad.
Tomado de: Symposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies, Book 1, vol.1
El comité acuerda que:
1. Las trompetas son secuenciales, como lo demuestra su aparición una tras otra en la visión.
2. Las trompetas aparecen como advertencias o anuncios de eventos adversos por venir (cf. Números 10:1-10).
3. Un evento particular asociado a una trompeta puede ocupar un extenso período de tiempo (Apocalipsis 9:5, 15; 10:7).
4. Apocalipsis 10:1-11:14 es un interludio entre la sexta y la séptima trompeta (así como Apocalipsis 7 es un interludio entre el sexto y el séptimo sello) y pertenece a la sexta trompeta (aparte del flashback al período de 1260 años [Apocalipsis 11:3]).
5. Los eventos de la trompeta ocurren en el tiempo histórico de probación.
a. Introducción (Apocalipsis 8:2-6): Funcionando como un anuncio de las próximas siete trompetas, los versículos 2 y 6 son marcadores para formar una inclusión literaria en torno a los dos procesos descritos en los versículos 3-5:
(1) El ministerio intercesor continuo de Cristo (versículos 3, 4).
(2) El cese del ministerio intercesor de Cristo y el cierre del tiempo de gracia humano (vs. 5; cf. Ezequiel 10:1-7).
Este recurso literario, inclusión-introducción, definitivamente vincula la serie de eventos de las trompetas con la era de la intercesión sumo sacerdotal de Cristo, el tiempo de probación.
b. Séptima trompeta: El toque de la séptima trompeta está relacionado con la finalización del "misterio de Dios" (Apoc. 10:7). "El misterio de Dios" es el evangelio y su proclamación (Efe. 3:4; 6:19; Col. 4:3; Rom. 16:25-26). Si la séptima trompeta está ligada al cierre de la obra del evangelio, la dispensación del evangelio, entonces las seis trompetas anteriores deben sonar necesariamente durante el tiempo de probación.
c. Altar de oro: La referencia al altar del incienso de oro al comienzo de la sexta trompeta es un marcador en la profecía, indicando que la intercesión sacerdotal de Cristo todavía está en proceso (Apocalipsis 9:13; cf. 8:3, 4).
d. Interludio (ver No. 4 en esta sección): La obra del Evangelio es llevada a cabo bajo la sexta trompeta.
(1) La iglesia (simbolizada por Juan) debe predicar "otra vez [a] muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" (Apocalipsis 10:11).
(2) Las personas pueden arrepentirse y dar gloria a Dios (Apocalipsis 11:13; cf. 16:9).
e. Períodos de tiempo: Los de períodos de tiempo presentes en las quinta y sexta trompetas son marcadores que indican que estas trompetas aparecen en el tiempo histórico antes del cierre del tiempo de probación humana.[1]
Principio de interpretación a mantener en mente: “En lo que a interpretación de profecía simbólica se refiere, es importante permitir que el mismo Espíritu que dio la visión identifique sus símbolos. Cuando no aparece tal identificación, el expositor queda en libertad para conjeturar en cuanto a la aplicación. Por eso debe evitarse el dogmatismo.” (Comentario Bíblico Adventista, Seventh-Day Adventist Bible Commentary, vol. 4, 577).
“Hay en las Escrituras algunas cosas que son difíciles de comprender y que, según el lenguaje de Pedro, los ignorantes e inestables tuercen para su propia perdición. Tal vez no podamos en esta vida explicar el significado de todo pasaje de la Escritura; pero no hay puntos de verdad práctica que hayan de quedar envueltos en el misterio.” {2TPI 609.4}
Apocalipsis 8:1: “Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.” [Nota: ver comentarios al capítulo 7]
Apocalipsis 8:2: “Y vi a los siete ángeles que estaban en pie delante de Dios; y se les dieron siete trompetas.”
- “Y vi”: Otra aparición cautiva la atención de Juan.
- “Siete ángeles que estaban en pie delante de Dios”: Posiblemente, era un grupo especial y la posición de estos era estar delante de Dios constantemente o se presentaron anteriormente porque habían sido llamados, pero ciertamente es una referencia a que estaban listos para el servicio divino y cumplir la misión asignada.
- “Se les dieron”: No las tenían con ellos, las recibieron por la autoridad y mandato de Dios.
- “Siete trompetas”: Una trompeta para cada uno de los ángeles. Nuevamente, el número “siete” se utiliza para implicar plenitud. No se proporciona una descripción de las trompetas. Cabe preguntarse, ¿por qué trompetas y no otro instrumento? En la antigüedad existían diversos tipos de trompetas. A Moisés se le instruyó que elaborara unas trompetas de plata, utilizadas para convocar al pueblo, comunicar el momento de trasladar el campamento y anunciar la alarma de guerra; también se empleaban en celebraciones (Números 10:2-10; 2 Samuel 6:15). Asimismo, existían trompetas elaboradas con cuernos. Estas se tocaban en ocasiones como la ascensión de un rey al trono (1 Reyes 1:34; 2 Reyes 9:13; 2 Samuel 15:10) y la expresión de agradecimiento a Dios (Salmos 98:6; 150:3). En ocasiones, la manifestación de Dios está acompañada del sonido de una trompeta (Éxodo 19:16, 19; 20:18; Salmos 47:5; Zacarías 9:14), particularmente en la manifestación del día del Señor (Joel 2:1; Sofonías 1:14-16). En los días de Juan, el término “trompeta” podía incluir cualquiera de estos instrumentos. La palabra que Juan utiliza aquí también se emplea en otros libros del Nuevo Testamento en relación con el anuncio de la segunda venida de Cristo (1 Tesalonicenses 4:16; 1 Corintios 15:52; Mateo 24:31). El contexto del capítulo indica claramente que estas trompetas y el sonido de las mismas tienen connotaciones de los elementos aquí discutidos (alarma, protección, salvación, celebración) y, en particular, representan la intervención de Dios y los juicios divinos. Por lo tanto, las trompetas podrían estar anunciando la amenaza de un conflicto inminente y el pregón de guerra (Ezequiel 7:14; Jeremías 4:5, 21).
“Terribles son los juicios de Dios revelados. Los siete ángeles se pararon ante Dios para recibir su comisión. A ellos se les dieron siete trompetas. El Señor iba a salir para castigar a los habitantes de la tierra por su iniquidad…” {10LtMs, Ms 59, 1895, par. 26}
Apocalipsis 8:3-4: “Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.”
- “Otro ángel vino”: Otro ser distinto a los siete ángeles se presentó. La identidad de este ángel ha sido objeto de debate. Algunos lo interpretan como una referencia a Cristo; sin embargo, otros argumentan que la figura de un ángel no se utiliza en el libro para simbolizar a Cristo y que el relato es breve y no proporciona detalles acerca de este ángel. Aun así, esto no elimina por completo la posibilidad de que represente a Cristo como Sumo Sacerdote.
- “Se paró ante el altar”: Puede ser una referencia al altar del incienso en el Lugar Santo, o al de las ofrendas. Si se refiere al primero, en breve se menciona que era de oro y estaba delante del trono, así como los siete ángeles. Otros sugieren que se trata del altar de las ofrendas ubicado fuera del templo. Sin embargo, algunos proponen que esta escena pudiera referirse a dos altares distintos: el primero, en este versículo, podría ser una referencia al altar del quinto sello (el último altar mencionado; Apoc. 6:9-11), es decir, el de las ofrendas, y el segundo, de oro, al altar del incienso dentro del templo.
- Incensario de oro: El incensario era utilizado por los sacerdotes en los servicios religiosos y en el ministerio del santuario. Durante la rebelión de Coré, él, junto con sus seguidores, y también Aarón, debían presentarse ante Dios con incensarios para que Dios eligiera de entre ellos quiénes dirigirían al pueblo (Números 16). Tras la tragedia en la que la tierra se tragó a Coré y a los rebeldes, el pueblo se rebeló y Dios comenzó una matanza entre ellos. Moisés instruyó a Aarón para que pusiera fuego del altar en el incensario y añadiera incienso para hacer expiación por el pueblo. De esta manera, Aarón intercedió por su pueblo y la matanza cesó. El incensario está asociado con el proceso de intercesión o mediación sacerdotal.
- Se le dio mucho incienso: No se describe cómo se le dio ni quién se lo dio. La idea parece sugerir que era necesario añadirlo a las oraciones. Puede representar los méritos y la justicia de Cristo que deben ser añadidos a las oraciones para que sean escuchadas. Apocalipsis 5:8 identifica al incienso con las oraciones de los santos.
- “Añadirlo a las oraciones de todos los santos”: Esto podría sugerir que se requería una gran cantidad de incienso debido a la multitud de oraciones elevadas a Dios, cada una proveniente de sus siervos. Algunos proponen que esto puede ser una referencia a las oraciones de los mártires del quinto sello, las cuales ahora deben ser respondidas en los juicios de las trompetas sobre los habitantes de la tierra (Apoc. 6:10; 8:13).
- “El altar de oro delante del trono”: Puede ser una referencia al altar del incienso ubicado en el Lugar Santo.
- “Subió a la presencia de Dios el humo… con las oraciones”: Símbolo de la aceptación divina de las oraciones gracias a la justicia de Cristo, y de su intención de responderlas. Una imagen similar se presenta en Salmos 141:2.
Apocalipsis 8:5: “Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.”
- “Tomó el incensario”: Esta acción constituye una referencia al acto que estaba a punto de ejecutar, dado que poseía el incensario. No se proporciona una explicación para dicha acción; aparentemente, no recibió instrucciones para llevarla a cabo.
- “Lo llenó del fuego del altar”: Después de que las oraciones fueron escuchadas, el ángel llenó el incensario con fuego. Esto sugiere un acto que podría representar la idea de juicio divino o un castigo inminente.
- “Lo arrojó a la tierra”: Es decir, la dirección en que los juicios se manifestarían. Un gesto similar se registra en la visión de Ezequiel 9-10, cuando el varón con el tintero terminó de marcar a los fieles entre el pueblo y luego se le instruyó a lanzar carbones encendidos sobre Jerusalén. Esto apuntaba a los juicios de Dios que estaban por caer sobre la ciudad. El simbolismo y la interpretación de la escena en Apocalipsis 8:3-5, que preceden al toque de las trompetas, han sido considerados importantes para la comprensión del significado de las siete trompetas y han sido objeto de debate. Algunos sugieren que el ángel representa a Cristo en la culminación de su función sacerdotal como intercesor de la humanidad. Al concluir su ministerio, el tiempo de la gracia termina, simbolizado en el acto de arrojar el incensario. Sin embargo, para otros, esto implicaría que las trompetas debían tocarse en el corto tiempo que restaría después de terminado el tiempo de gracia, contrario a la posición historicista típica. Adicionalmente, el ángel parece estar localizado en el Lugar Santo del santuario. Solo hay una referencia ambigua en las Escrituras al altar de incienso como localizado en el Lugar Santísimo (Hebreos 9:3-4). Otros ven en esta escena una conexión con la apertura de los sellos, en particular con el quinto sello y la oración y pregunta hecha por los mártires y el reclamo de ellos de que se juzgue a los que viven en la tierra (Apocalipsis 6:9-10). En este caso, las trompetas se trocarían a través de la historia de la iglesia como respuesta a la pregunta de estos mártires y no estarían limitadas a los momentos finales del mundo. La pregunta “¿Hasta cuándo?”, es atendida y las trompetas representarían la respuesta en la forma de actos de juicio divino.
- “Hubo truenos, voces, relámpagos, un terremoto”: Este grupo de fenómenos también se menciona en relación con la séptima trompeta y la séptima plaga (Apoc. 11:19; 16:18), ambas descripciones de eventos relacionados con el fin del mundo. En consecuencia, algunos asocian la acción del ángel con el cierre de la gracia, pero también podría interpretarse que la escena y las acciones de este ángel representan un período prolongado que culmina con estos fenómenos, en lugar de una serie de eventos rápidos y contiguos de corta duración. Algunos proponen que estos fenómenos representan las acciones que Dios pronto tomaría en respuesta a las oraciones de sus fieles.
Apocalipsis 8:6: “Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.”
- “Siete ángeles que tenían las siete trompetas”: Las primeras cuatro trompetas están relacionadas, ya que representan juicios contra elementos de la naturaleza y sus descripciones son breves. Las tres últimas también se relacionan entre sí y son llamadas “ay”; la descripción de estas es más detallada que la de las primeras. La intensidad de los juicios parece aumentar a medida que las trompetas avanzan.
- “Se dispusieron a tocar”: Es decir, estaban preparados para actuar y dar inicio a la serie de juicios que seguirían al toque de cada trompeta, ya que el ángel lanzó el incensario a la tierra. Aquellos que proponen que estos juicios ocurren después del cierre de la gracia, consideran la ejecución de estos juicios como simultánea con las siete copas (plagas) del capítulo 16. Algunos consideran que las trompetas responden a la pregunta de los mártires del quinto sello (Apoc. 6:10), y son una demostración de la protección divina durante periodos de juicios; para ellos, las trompetas no representan necesariamente distintos periodos específicos. Los historicistas adventistas, típicamente, han interpretado las trompetas como una serie de juicios evidenciados a través de eventos históricos. Varios observan que estos juicios fueron dirigidos contra los opresores del pueblo de Dios, quienes abusaron de su autoridad al disciplinarlo más allá de lo permitido. El Imperio Romano fue notorio en su persecución y martirio de los cristianos y, por lo tanto, se sugiere que varios de estos juicios se dirigieron contra el Imperio Romano, y fueron ejecutados durante las distintas invasiones de sus enemigos. La descripción que sigue a cada toque de trompeta incluye eventos únicos y peculiares que no parecen corresponder a desastres naturales. Algunas figuras parecen estar relacionadas con las diez plagas que cayeron en Egipto.
Apocalipsis 8:7: “El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada.”
- “Primer ángel tocó”: Aparentemente, los ángeles no se movieron, sino que tocaron las trompetas donde se encontraban.
- “Hubo granizo y fuego mezclados con sangre”: Aunque no se especifica el origen del granizo, se puede inferir que provino del cielo. La descripción de este juicio guarda similitud con la séptima plaga que azotó Egipto (Éxodo 9:23-26). En la Biblia, se describe cómo Dios utiliza granizo y fuego para destruir a los desobedientes y a sus enemigos (Salmos 78:47; Isaías 30:30; 32:19; Ezequiel 13:11-13; 38:22). La capacidad destructiva del granizo depende de su volumen, peso y la extensión de la zona afectada. En este caso, el granizo se acompaña de fuego, lo que intensifica su poder destructivo. La mención de sangre puede interpretarse como un símbolo de violencia y guerra.
- “Lanzados sobre la tierra”: No se especifica quién lo lanzó ni de dónde cayó, pero la construcción en pasiva sugiere la implicación de que Dios lo permitió. El granizo alcanzó su objetivo.
- “Tercera parte de los árboles fue quemada”: Es recomendable evitar una interpretación matemáticamente precisa. La expresión “un tercio” no implica un porcentaje exacto del 33.33%, sino una porción, una destrucción parcial. Algunos la consideran una expresión idiomática que representa una parte. En el Libro del Apocalipsis, los árboles y la hierba suelen simbolizar a los siervos de Dios (ver Apoc. 7:1–3; 9:4). Sin embargo, en este pasaje, al ser afectados por el juicio divino representado en la caída del granizo, parece simbolizar a aquellos que abandonaron la fe y se unieron a los impíos, siendo tratados a todos por igual (Judas 1:12). Esta experiencia también se vivió en el pueblo de Israel cuando, al no permanecer fiel al pacto, se les advirtió sobre juicios similares (ver Jer. 11:16-17; 21:12-14; Ezequiel 15:6-7; 20:47-48). Algunos enfatizan que esta referencia representa a los enemigos de Dios.
- “Toda la hierba verde”: No necesariamente representa un absoluto o un 100%. Los impactados por este juicio fueron grave y extensamente afectados. Posiblemente, se refiere a la hierba en el área específicamente afectada. La hierba verde representa a los seres humanos (Isaías 40:6-8). Tradicionalmente, se ha asociado el efecto de esta trompeta con la destrucción ocasionada por las invasiones de los visigodos bajo Alarico a través del Imperio Romano. Los visigodos invadirían la ciudad de Roma en el 410 d.C., una de las tres capitales, lo que para algunos podría representar una tercera parte del imperio. Otros sugieren que esta trompeta representa el juicio divino contra Jerusalén cuando Roma destruyó la ciudad y el templo en el año 70 d.C., como cumplimiento de la predicción que hizo Jesús camino al Gólgota, registrada en Lucas 23:31. A las mujeres que lloraban al verlo sufrir y anticipando su crucifixión, él las consoló y les pidió que no lloraran por la tortura que él recibía de parte de los romanos, instigada por los líderes judíos. Él es el árbol verde, el árbol vivo, al que le están haciendo daño. En contraste, compara a todos los responsables de su condenación y ejecución con árboles secos, sin vida. En esa breve conversación, Jesús también predijo que ellas y sus hijos también enfrentarían el llanto y el sufrimiento el día en que quisieran escapar de la destrucción que los romanos traerían a sus puertas (Lucas 23:27-31).
Apocalipsis 8:8-9: “El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo con fuego fue precipitada en el mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.”
- “Como una gran montaña ardiendo”: Juan utiliza una comparación para describir lo que observa. Jeremías describe a Babilonia como un monte destructor al cual Dios castigaría (Jer. 51:24-25). Los montes en la Biblia pueden representar naciones (Abdías 1:8; Ezequiel 35:2-3; Zacarías 4:7) y usualmente son el objeto o recipientes del juicio de Dios, no su instrumento de juicio (Isa. 42:15; Eze. 35:7). Con base en el hecho de que está ardiendo en fuego y en las consecuencias que siguen, parece representar un poder destructor que al mismo tiempo es recipiente de destrucción. Algunos historicistas vinculan este poder con los vándalos y Genserico que, con sus naves piratas, atacaban otras naves en el mar Mediterráneo, y bajo el mando de Genserico, saquearon la ciudad de Roma en el año 455 d.C. Los vándalos desarrollaron una fuerza naval que estuvo envuelta en muchos conflictos bélicos en el mar Mediterráneo. Su victoria más importante sería unos años más tarde, en el 468 d.C., cuando Genserico destruyó más de mil naves romanas que procuraban poner fin al dominio de los vándalos. Otros consideran la escena como juicios contra Roma en forma de invasiones por las distintas tribus bárbaras que eventualmente la llevarían a su ruina y la de sus aliados. El nombre de la ciudad de Babilonia en el Nuevo Testamento a veces es una referencia al imperio romano (1 Pedro 5:13). En este caso, la gran montaña, es decir, la gran ciudad (Babilonia, Roma), cae, siendo derrotada.
- “Precipitada en el mar”: En otras palabras, la caída al mar, y el impacto que esta conllevaba, era de esperar que tuviera consecuencias. Resulta irrelevante, desde un punto de vista lógico, determinar si la montaña continuó ardiendo o no. El mar, como cuerpo de agua, puede simbolizar pueblos y naciones, en particular las impías (Isaías 57:20; Jeremías 51:41-42). Los vándalos impactaron en diversas regiones y pueblos de Europa y el norte de África, pero la caída de Roma también tendría repercusiones en las naciones.
- “Tercera parte del mar”: La precisión de la cifra “una tercera parte” del mar, de seres y naves, limita la posibilidad de que la escena represente eventos literales, aunque algunos sugieren que esta escena representa la erupción del volcán Vesubio en el año 79 E.C.
- “Se convirtió en sangre”: Puede implicar la idea de derramamiento de sangre, conflicto y guerra. La descripción pudo haber sido inspirada por la primera plaga que cayó sobre Egipto, cuando las aguas se convirtieron en sangre (Éxodo 7:19-20). El mar también se convierte en sangre durante la segunda de las siete postreras plagas (Apoc. 16:3).
- “Murió la tercera parte de los seres vivientes”: Esto sugiere pérdida de vida debido al impacto y la sangre. En ocasiones, se utiliza la imagen de los peces para representar a seres humanos (Ezequiel 29:5).
- “Tercera parte de las naves fue destruida”: Sugiere un impacto negativo en el transporte, el comercio y, posiblemente, en los medios de conducir la guerra marítima (ver Ezequiel 27:25-27). Un colapso económico y militar. Algunos sugieren que las naves podrían representar iglesias cristianas.
Apocalipsis 8:10-11: “El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.”
- “Cayó del cielo”: Juan la observa descendiendo del cielo, lugar al que pertenecen las estrellas, lo que podría sugerir un origen celestial.
- “Gran estrella”: Posiblemente, algo similar a una gran esfera emitiendo luz intensa. En el texto original, la palabra se encuentra en masculino, “un astro”. El término “estrella” suele emplearse en referencia a los ángeles. En Apocalipsis 12:4, “la tercera parte de las estrellas” es una alusión a los ángeles caídos, y en 1:20, las siete estrellas representaban a los ángeles de las siete iglesias. Satanás tenía por nombre Lucero de la mañana (Isaías 14:12) y a los ángeles se les denomina las estrellas del alba (Job 38:7). Algunos historicistas proponen que las estrellas pueden representar a líderes humanos (Judas 1:13; Apocalipsis 1:20) y asocian esta estrella con el poder destructivo de los hunos durante sus invasiones al Imperio Romano bajo el mando de Atila el Huno en el siglo V. Atila finalmente llegaría a Roma en 450 d.C. y fallecería aproximadamente 3 años después. Otros sugieren que la estrella es una referencia a Satanás, una estrella superior a otras, el Lucero que cayó del cielo (Isaías 14:12-15; Lucas 10:18; Apocalipsis 12:7-9). Aunque en Apocalipsis Cristo es identificado como la estrella de la mañana (Apocalipsis 2:28), en este contexto, se infiere que Juan no está haciendo una alusión a él.
- “Ardiendo como una antorcha”: En otras palabras, la imagen evoca la idea de algo envuelto en fuego, lo que sugiere destrucción. También a su vez, como en el caso de la montaña ardiendo, la estrella en sí puede estar participando del juicio divino.
- “Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre la fuente de las aguas”: El impacto se produjo en las aguas frescas no saladas. Desde un punto de vista literal, es difícil visualizar lo que significaría una tercera parte de estos cuerpos de agua. Ver comentario al verso 7. Se ha sugerido que estas aguas fueron consideradas por algunos como apropiadas para el consumo humano y el sustento de la vida. Si se vincula esta apreciación con los hunos y Atila, el lenguaje podría referirse a ataques a regiones pobladas. Diversas referencias bíblicas sugieren que las aguas frescas pueden simbolizar alimento espiritual (Salmos 1:3; Jeremías 17:7-8). Jesús se identifica a sí mismo como fuente de agua de vida (Juan 4:13-14; 7:38-39). Es posible que aquí se insinúe un ataque a la verdad y al evangelio por parte de Satanás a través de sus aliados que contaminaron el mensaje de salvación.
- “Nombre de la estrella es Ajenjo”: No se explica cómo Juan fue informado del nombre (masculino) de la estrella, y parece que el lector podría estar familiarizado con este. Los nombres suelen representar alguna cualidad; en este caso, el nombre es sinónimo de amargura. El ajenjo es una planta amarga que puede representar sufrimiento (Jeremías 8:14; 9:15; 23:15; Lamentaciones 3:19), pero también puede representar la alteración y falsificación del juicio y la verdad con sus consecuencias (Amós 5:7; 6:12; Deuteronomio 29:18; Proverbios 5:4; Hebreos 12:15).
- “La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo”: En otras palabras, se produjo una contaminación de ciertas aguas, pero no de la totalidad. Esto podría implicar que algunos individuos, no todos, se vieron afectados.
- “Muchos hombres murieron”: Esta imagen sugiere que hubo quienes consumieron agua contaminada. Si se refiere a las invasiones de los hunos en el Imperio Romano, podría representar a sus víctimas. Si, por el contrario, se refiere a que la verdad fue contaminada y adulterada por la apostasía imperante que siguió a la caída del Imperio Romano (la segunda trompeta para algunos intérpretes) y que predominó durante la Edad Media, entonces quienes aceptaron falsas doctrinas sufrieron una muerte espiritual. Los incrédulos fueron engañados e inducidos a aceptar la mentira (ver 1 Reyes 22:19-23; Romanos 1:21-27; 2 Tesalonicenses 2:10-12). Esto representa la propagación de la apostasía durante la Edad Media, cuando la verdad del evangelio fue adulterada con tradiciones y falsas doctrinas que se diseminaron fácilmente al no encontrar oposición política.
- “Porque se hicieron amargas”: La causa de sus muertes se atribuye a falsas doctrinas o guerras, según la interpretación que se prefiera.
Apocalipsis 8:12: “El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no hubo luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.”
- “Fue herida”: Golpeada, implica la idea de daño. No se describe cómo.
- “Tercera parte del sol”: Es improbable que se refiera a una parte o fracción del sol, y no sería adecuado intentar explicar este escenario en términos científicos o astronómicos. La idea parece sugerir que la intensidad lumínica o la duración de la iluminación disminuyó. Diversos intérpretes sugieren que lo afectado fue la duración, no la intensidad de la luz, y, por lo tanto, la duración de la oscuridad aumentó.
- “Tercera parte de la luna”: Lo mismo que le ocurrió al sol.
- “Tercera parte de las estrellas”: Lo mismo que le ocurrió al sol y a la luna.
- “Se oscureció… y no hubo luz”: Se redujo la duración de la iluminación producida por estos cuerpos celestes. En el caso de la noche, la luna fue la que iluminó por menor tiempo.
- “Tercera parte del día y asimismo de la noche”: El hecho de que la noche pierda el resplandor de la luna por un tiempo (su duración) sugiere que el resultado es el aumento de la duración de la oscuridad. Algunos historicistas proponen que, debido a que los cuerpos celestes fueron creados para gobernar la noche y el día (Génesis 1:16), estos tres representaban componentes del sistema de gobierno en la Roma imperial de la época de Juan, es decir, sus emperadores, cónsules y senadores. Estas autoridades y líderes romanos fueron oscurecidos, es decir, perdieron poder e influencia. Sugieren que el cumplimiento de los juicios bajo esta trompeta ocurrió con la remoción del último emperador romano del Imperio Occidental y la instalación de Odoacro en el año 476 d. C. El Consulado no sería eliminado hasta aproximadamente 65 años después, cuando el emperador del Imperio Romano Oriental, Justiniano, lo disolvió. El Senado experimentaría una suerte similar aproximadamente 12 años después (553 d. C.). Tal vez los versículos más claramente asociados a lo que implica la idea del oscurecimiento parcial de estos cuerpos celestes se encuentran en Ezequiel 32:7-8 y Joel 2:10, los cuales relacionan estos fenómenos con actos de juicios de Dios (ver Isaías 5:30; 13:10; 24:23; Jeremías 4:23, 28; Amós 8:9). El tema de la luz y la oscuridad es amplio en las Escrituras. Estas, usualmente representan símbolos del conocimiento de la verdad plena del evangelio y la falta de ese conocimiento; del bien y del mal, respectivamente (Miqueas 3:6; 2 Corintios 4:4-6, 6:14-15; Juan 3:19-21; 8:12; 12:46). Asimismo, evocan el relato del inicio de la creación (Génesis 1:3-5) y la novena plaga en Egipto, cuando las tinieblas cubrieron la tierra (Éxodo 10:21-23). Por estas razones, algunos historicistas interpretan esta trompeta como representativa del oscurecimiento de la verdad del evangelio que le siguió al amanecer de la Reforma Protestante. El conocimiento y la práctica de la verdad simple del evangelio fueron desplazados nuevamente por los argumentos teológicos teóricos, lo cual fue seguido por la Edad de la Razón y la lógica humana, que intentó reemplazar y eliminar a Dios, las Escrituras y el estilo de vida cristiano. El ateísmo y el secularismo resultantes intentan reemplazar al cristianismo.
Apocalipsis 8:13: “Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, por razón de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!”
- “Y miré”: Tras los eventos descritos en la cuarta trompeta, Juan observa la aparición de un elemento que capta su atención.
- “Oí a un ángel”: Juan presenció un ave rapaz, posiblemente un águila o un buitre. Las variantes griegas de este versículo sugieren que la palabra “ángel” podría no ser la más precisa en este contexto. Estas aves, que sobrevuelan en busca de alimento, suelen ser un presagio de desastres inminentes (Ezequiel 39:17; Habacuc 1:8; Oseas 8:1; Mateo 24:28; Apocalipsis 19:17, 21).
- “Volar por en medio del cielo”: Es decir, plenamente visible a todos.
- “Diciendo a gran voz”: Esta idea se utiliza comúnmente para enfatizar la relevancia del mensaje que se proclama.
- “¡Ay, ay, ay!”: Tres lamentos, uno por cada una de las tres trompetas que faltan por tocar, sugieren el grado de severidad de los juicios que siguen.
- “De los que moran en la tierra”: Comúnmente se refiere a los impíos (Apocalipsis 3:10; 11:10; 13:8; 17:8).
- “Por razón de los otros toques”: Las trompetas restantes.
- “Que están para sonar”: Juicios inminentes pronto a suceder.
Tabla- Interpretaciones de las primeras cuatro trompetas
Trompeta |
Símbolo Principal |
Posición Tradicional |
Posición Alternativa |
Primera (8:7) |
Granizo, fuego, sangre – sobre la tierra |
Invasiones- Alarico y los Visigodos |
Juicio y destrucción de Jerusalén |
Segunda (8:8-9) |
Montaña ardiente- en el mar |
Invasiones- Genserico y los Vándalos |
Juicio y destrucción del Imperio Romano |
Tercera (8:10-11) |
Estrella Ajenjo- sobre ríos y fuentes de agua |
Invasiones- Atila y los Hunos |
Apostasía |
Cuarta (8:12) |
Oscurecimiento cuerpos celestes |
Caída de Roma y del Imperio Oeste- Odoacro |
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[1] Frank B. Holbrook, ed., Symposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies, Book 1, vol. 6, Daniel and Revelation Committee Series (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute of the General Conference of Seventh-day Adventists, 1992), 180–181.