EL MENSAJE DE CRISTO A LA IGLESIA DE ESMIRNA
(2:8–11)
INTERPRETACIONES
Apocalipsis 2:8: “Y al ángel de la iglesia en Esmirna escribe: El primero y el último, que fue muerto y vivió, dice esto…”
- “Y al ángel”: ver comentario Apoc. 2:1
- “De la iglesia en Esmirna”: Esmirna, asociada con el período de persecución bajo el Imperio Romano (siglos II-III), simboliza fidelidad bajo sufrimiento; la era de los mártires cristianos. No se menciona en ningún otro libro de la Biblia.
- “El primero y el último”: Denota la eternidad de Cristo, quien trasciende el tiempo, y, por lo tanto, tiene soberanía sobre la historia, incluyendo el fin de la misma.
- “Que fue muerto y vivió”: Se refiere a la crucifixión y resurrección de Jesús, evidencia de victoria sobre la muerte, una esperanza para los creyentes. Jesús mismo sufrió tribulación, como ahora era el caso de los miembros de la iglesia de Esmirna.
- “Dice esto”: Introduce un mensaje personal y profético.
Apocalipsis 2:9: “Yo conozco tus obras, y tribulación, y pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino sinagoga de Satanás.”
- “Yo conozco”: ver comentario Apoc. 2:2
- “Tus obras”: ver comentario Apoc. 2:2
- “Tribulación”: Sufrimiento por la fe a causa de las persecuciones.
- “Pobreza (pero tú eres rico)”: Materialmente muy pobres, pero espiritualmente ricos por su fe. Jesús parece querer recalcar este hecho y hacer claro este punto como un elogio a estos cristianos.
- “La blasfemia de los que se dicen ser judíos”: Falsos creyentes en la iglesia, supuestos hermanos que critican, hablan falsedades y persiguen. Blasfemar es acusar falsamente, calumniar. “Judíos” aquí no es una referencia a nacionalidad o raza, sino que, en sentido figurado, se refiere a quienes pretenden ser cristianos, pero son hipócritas.
- “No lo son, sino sinagoga de Satanás”: Estos, en realidad, representan las fuerzas satánicas. Son apóstatas, enemigos de la verdad infiltrados dentro de la iglesia, pero en realidad pertenecen a la “iglesia” del adversario y acusador.
Apocalipsis 2:10: “No temas ninguna de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo echará algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”
- “No temas”: Exhortación a la valentía. Estas son las famosas palabras de parte de Dios a través de la Biblia para dar ánimo e inspirar confianza (Apoc. 1:17; Mateo 1:20; Marcos 5:36; Lucas 1:13; 5:10; 8:50; Juan 12:15; Hechos 18:9; 27:24; Gen. 15:1; 21:17; 26:24; Deut. 1:21; 31:8; Josué 1:9; 8:1).
- “Ninguna de las cosas que has de padecer”: Futuras pruebas predichas. Jesús no se iba a evitarles el sufrimiento, pero estaría con ellos en sus tribulaciones.
- “He aquí, el diablo”: Satanás (Apoc. 12:9) como adversario activo.
- “Echará algunos de vosotros en la cárcel”: Por medio de sus agentes, el diablo encarcelaría a algunos cristianos injustamente; serían probados.
- “Para que seáis probados”: Prueba de fe, como el patriarca Job fue probado por Satanás, a ver si se atrevían a demostrar fidelidad bajo presión, amenazas y peligros.
- “Tendréis tribulación por diez días”: Simboliza un período limitado de sufrimiento, un tiempo de persecución breve pero intensa. Algunos sostienen que posiblemente se limita a sugerir un periodo de corto tiempo, una figura literaria representada por un número redondeado como lo es el diez. Otros consideran el periodo como profético y, por lo tanto, su duración sería de diez años, basado en el principio día por año (un día profético equivale a un año literal). Los que sostienen este punto de vista notan que este periodo comenzó con el decreto del emperador Diocleciano de 303 E.C. prohibiendo la práctica del cristianismo y autorizando la persecución, la tortura y la muerte. El decreto continuó en vigencia después de la muerte de Diocleciano hasta el 313 E.C., cuando el emperador Constantino dio otro decreto, esta vez aprobando la libertad de practicar cualquier religión sin experimentar persecución.
- “Sé fiel hasta la muerte”: Perseverancia hasta el martirio si fuese necesario. Muchos cristianos murieron rehusándose a negar su fe.
- “Yo te daré la corona de la vida”: Recompensa eterna. Esta corona no es la de un rey que gobierna, sino la guirnalda de victoria de un ganador (vencedor) en los juegos olímpicos. Un premio les aguardaba después de la muerte: la resurrección, la vida inmortal y la compañía eterna de Dios (Apoc. 21:3, 7).
Apocalipsis 2:11: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere no recibirá daño de la segunda muerte.”
- “El que tiene oído”: ver comentario Apoc. 2:7.
- “Oiga”: ver comentario Apoc. 2:7.
- “Lo que el Espíritu dice a las iglesias”: ver comentario Apoc. 2:7.
- “El que venciere”: ver comentario Apoc. 2:7.
- “No recibirá daño de la segunda muerte”: La segunda muerte es el lago de fuego donde se destruirán la muerte, el sepulcro, el diablo y los malvados (Apoc. 20:10, 14-15; 21:8), o sea, el castigo final, el fin del mal. Los vencedores triunfaron y no experimentarán la muerte nunca más.